Todos somos responsables de construir nuestro bienestar personal. Si bien es cierto existen muchas herramientas y grupos de apoyo, nuestros pensamientos y acciones determinan, sin excepción, el estado emocional y racional en el que vivimos.
En el BCR también nos interesa aportar, en forma integral, hacia el bienestar de las personas, al reflexionar sobre qué estamos haciendo para disfrutar de una vida plena y satisfactoria.
Es de suma importancia cuidarnos a nosotros mismos, reconocer nuestras necesidades y priorizar nuestra salud física, emocional y espiritual. Al practicar el autocuidado, mejoramos nuestra calidad de vida y estamos más preparados para enfrentar los desafíos y alcanzar las metas.
El autodescubrimiento es la llave de oro para acercarnos a nuestra verdadera esencia y no necesariamente como una forma para encontrar algo nuevo. Es así como podemos evaluar la forma en que estamos gestionando las emociones y enfocarnos a darle una nueva perspectiva a las creencias que tenemos.
Las creencias son los lentes a través de los cuales vemos el mundo. Si las cambiamos, modificamos nuestra percepción y, por lo tanto, nuestras posibilidades. Afortunadamente, son flexibles y las podemos transformar. Según Marianella Montoya, Máster en Programación Neurolinguística, para derribar una creencia lo primero que debemos hacer es preguntarnos ¿según quién?. Esto nos ayuda a visualizar la influencia de las perspectivas de otras personas en nuestra vida y así decidir intencionalmente si son válidas o no. Por ejemplo, si alguna vez alguien le asegura que usted no puede estudiar un nuevo idioma, pregúntese ¿según quién? y analice si realmente tiene argumentos objetivos. El camino del autodescubrimiento y el autoliderazgo consiste en cuestionar todas esas creencias, para determinar si son útiles o no para su vida.
Otro aspecto para considerar es la autocomunicación asertiva, pues si nos afirmamos a nosotros mismos que no podemos, nuestra mente nos dará la razón. Eso se conoce como “profecía autocumplida”, porque predispone que eso pasará, gracias al poder que tienen las palabras. Se debe iniciar sustituyendo palabras que no sean contundentes y que muchas veces afectan nuestra vida sin que seamos conscientes de ello, tal y como sucede con el verbo “intentar”, pues significa tener la voluntad, pero no necesariamente que se va a realizar: “Cuando me digo a mí mismo voy a intentar ir al gimnasio o voy a intentar estudiar inglés, estoy diciéndole a la mente que no lo voy a hacer, porque la mente no intenta cosas, la mente hace cosas. Entonces debo modificarlo por “lo haré’”, explica Marianella Montoya.
Adicional a estas prácticas, se recomienda ser agradecidos con lo logrado, escuchemos a nuestro cuerpo y mente, establezcamos límites y busquemos ayuda cuando así lo necesitemos. No nos recriminemos bajo la creencia de calificar acciones como fallas pasadas, debemos recordar que hemos hecho lo mejor que hemos podido, con los recursos que hemos tenido.
En el BCR creemos en la importancia del empoderamiento personal para alcanzar su bienestar de manera intencional.
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Publicado el: 31 de July del 2023 .