start portlet menu bar

El valor económico de nuestras decisiones financieras

Display portlet menu
end portlet menu bar

El valor económico de nuestras decisiones financieras

 

Invertir tiempo para informarnos  con las fuentes correctas nos ayudará a tomar mejores decisiones y no nos referimos únicamente a las económicas, sino a todas aquellas decisiones importantes que impactan o pueden llegar a impactar en las distintas esferas en las que nos desenvolvemos, sean estas familiares, académicas, personales o empresariales.   En este punto de reflexión es cuando cabe preguntarnos  el para qué de los pasos que daremos con la valoración de oportunidades y cuáles son los riesgos inherentes identificamos o podrían presentarse en dicha decisión.

Al preguntarnos el para qué nos proyecta en el futuro y nos ayuda a determinar con claridad el puerto al que queremos llegar y a qué plazo. Nos invita a evaluar nuestras fortalezas y debilidades para alcanzarlo. Este es un paso fundamental previo a tomar cualquier decisión, por pequeña o desafiante que sea nuestra motivación.

¿Valdrá la pena el esfuerzo y tiempo invertido en esta pausa inicial? Son incógnitas que nos saltan a la mente y probablemente se le reste importancia, pero la no planificación y valoración detallada en respuesta a esas dos preguntas iniciales  podría  resultar en un costo más alto e incertidumbre, lo cual afectará no solo su calidad de vida sino hasta su paz financiera.  Por el contrario, plasmar el pensamiento en una hoja de ruta, nos llenará de confianza y optimizará la gestión.

En complemento a la primera pregunta corresponde cuestionarnos ahora  cuáles son los riesgos que puede asumir con la decisión. El programa Apollo de la NASA trazó su programa en la década de los 60´s y finalmente lo hizo realidad en julio de 1969, cuando la misión Apolo 11, comandada por Neil ArmstrongEdwin Aldrin, y Michael Collins alunizó por primera vez en el satélite terrestre. Con este ejemplo se ilustra  el valor de de la planificación para alcanzar objetivos, pero también ponderando  los riesgos con medidas mitigadoras que nos permitan defendernos de las contingencias, en caso que ocurran. 

Con la claridad del pensamiento y habiéndose respondido ambas preguntas es momento para acercarnos a las personas que tienen el conocimiento experto o la experiencia necesaria para escucharlas con atención, sin prejuicios de valoración y tomar nota de las recomendaciones.  Identificar a las personas correctas es la clave.

Toda decisión tiene entonces  un valor económico, no solo  por el tiempo dedicado a su ejecución, sino también por lo que dejamos de hacer por tomarla, pero también tiene un valor personal que es el bienestar que genera reconocer que si damos el paso se da con la seguridad de haber tomado, con responsabilidad, una decisión informada.

 


Publicado el: 08 de November del 2021 .