Recuerde sus datos confidenciales son de uso personal Leer más... Transacciones no autorizadas en su estado de cuenta Leer más... Expomóvil 2024: BCR baja las tasas para compra de vehículos nuevos Leer más...




¿Quién no fue objeto, en su época escolar, de burla por parte de sus compañeros?  ¿Quién no recuerda, en mayor o menor grado, las veces en que despertó sin ánimo de asistir a la escuela por temor a ser objeto de “acoso escolar” o matonismo?

No hay duda de que a nuestra mente, al escuchar este término, acuden una serie de recuerdos propios o ajenos, en los que, ya sea en primaria o secundaria, fuimos testigos de diversos actos, cual más de crueles, humillantes, intimidatorios, amenazantes y burlistas, acompañados de un lenguaje inapropiado,  que perseguían generar un daño físico o moral, (o ambos), en las personas objeto de los mismos.

A estas amenazas actualmente se les denomina bullying  y, cuando de por medio se utiliza la tecnología se le llama ciberbullying, con el agravante, en este último caso, de que el anonimato, la no percepción directa e inmediata del daño causado y la adopción de roles imaginarios en la red convierten al ciberbullying en un grave problema, por cuanto consiste en ser cruel con otra persona, pero mediante el envío o publicación de material dañino o la implicación en otras formas de agresión social usando internet u otras tecnologías digitales, impactando desde etapas tempranas de la edad en la autoestima, sentimientos y desarrollo de los más vulnerables.

Según el Manual del Ministerio de Educación Pública de nuestro país, “Cole sin bullying” publicado en el 2018, el ciberbullying o acoso cibernético es “(….) el que se realiza mediante el uso de cualquier medio electrónico como internet, páginas web, redes sociales, blogs, correos electrónicos, mensajes, imágenes o vídeos por teléfono celular, computadoras, videograbaciones u otras tecnologías digitales, de información y comunicación”.  En igual sentido, de conformidad con un estudio elaborado en el año 2017 por el Centro de Investigación y Docencia de la Universidad Nacional (UNA), un 23,7% de los estudiantes que cursan el 7mo, 8vo y 9no año de colegio, aseguran haber sido víctimas de ciberbullying al menos una vez.

Por otra parte, en el informe “Usos de tecnología móvil y violencia en línea 2019”, publicado por la Fundación Paniamor en alianza con el Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de Costa Rica, se presentan los hallazgos de la primera Encuesta Nacional Niñez, Adolescencia y Tecnologías Digitales en Costa Rica llamada Kids Online, realizada durante el año 2018, en la que se describe como 17 de cada 100 niñas y niños (de 9 a 12 años) señalan haber sido tratados de forma desagradable tanto de en lo personal como en línea. De ellos, el 10% afirmó haberlo experimentado en juegos por Internet.

Esta misma encuesta menciona que un 8% de niñas y niños indican haber experimentado o visto algún contenido en Internet con cierta regularidad que los ha hecho sentir mal; el 4% (menores entre 9-13 años de edad) recibió mensajes de contenido sexual por Internet y en el caso de los adolescentes el porcentaje es del 24%; 8 de cada 100 niñas y niños conoce a alguna persona que ha recibido mensajes con contenido sexual por Internet; tres de cada cien de ellos indica que la persona que envió el mensaje era de la misma edad y tres indican que era una persona mayor.

Las estadísticas anteriores ejemplifican lo que puede definirse como una latente realidad nacional que no se debe dejar a la ligera; es por ello que en octubre del 2016 se decretó la Ley 9404, “Ley para la prevención y el establecimiento de medidas correctivas y formativas frente al acoso escolar o "bullying", la cual incluye dentro de sus apartados el tema del ciberbullying, siendo que,  entre sus fines, establece que se debe garantizar la integridad física, moral y psicológica de la población estudiantil a través de planes de prevención, grupos de convivencia para enfrentar el fenómeno, entre otros.

Con base en esta legislación, el Ministerio de Educación Pública ha publicado las Guías de Facilitación Pedagógica “Cole Sin Bullying” y los “Protocolos de actuación en situaciones de Bullying”, con los que busca capacitar a su personal docente sobre las mejores prácticas para propiciar en sus escuelas y colegios lugares de convivencia con “el anhelo de una sociedad más justa y humana”, según indica la introducción de uno de los documentos. 

Es por las razones expuestas que en el Banco de Costa Rica, conscientes que nuestra misión como Conglomerado Financiero va más allá de apoyar y ser parte del desarrollo económico del país, hemos realizado desde hace algunos años giras en centros educativos para inculcar en los niños y jóvenes un mensaje claro: “No al ciberbullying”. Nuestros expertos en prevención y seguridad han sido los elocuentes replicadores de este mensaje en cada escuela y colegio visitado, determinando en cada charla impartida,  que los escolares y colegiales son receptores interesados y preocupados por erradicar estas prácticas denigrantes.

Entre los conceptos que se inculcan a los asistentes de estas charlas destacan: definir e identificar conceptos, escenarios, formas de actuar ante una situación de acoso digital y lo más importante, mecanismos y tipologías para identificar un posible caso de ciberbullying, evitarlo y denunciarlo.

A la fecha, alrededor de 8000 estudiantes han recibido estas charlas a lo largo y ancho de todo el país y esperamos continuar impactando a una mayor cantidad, con el fin en mente de generar conciencia de que este fenómeno es una realidad social, latente y peligrosa, que debe ser erradicada y denunciada.

Por aquellos que desde ya son el futuro de Costa Rica, nuestros niños, niñas y jóvenes, continuaremos en nuestro afán de erradicar el ciberbullying

“No al ciberbullying”

 


Publicado el: 01 de October del 2019.